Nutrición Infantil - Publicado el 02 de febrero de 2024
Alimentación en prematuros y neurodesarrollo
Un nuevo estudio se propuso determinar si la leche humana proveniente de donantes, fortificada y pasteurizada, mejora el neurodesarrollo de prematuros extremos a los 22 y 26 meses de edad corregida, en comparación con aquellos alimentados con fórmula para prematuros y mínimas cantidades de leche materna.
Se trata de un ensayo clínico aleatorizado doble ciego, realizado en 15 centros médicos de Estados Unidos. Se reclutaron niños nacidos con menos de 29 semanas de gestación o con un peso al nacer menor a 1000g. A partir de la aleatorización de los participantes, un grupo recibió fórmula para prematuros y el otro, leche humana de banco de donantes hasta los 120 días de edad, muerte, o alta hospitalaria.
De los 1965 niños reclutados, 54 murieron antes de finalizar el período de seguimiento. El 88% (376/429) de los supervivientes fueron evaluados entre los 22 y 26 meses de edad corregida. La puntuación cognitiva media ajustada según la escala Bayley Scales of Infant and Toddler Development (BSID) fue 80,7 (DE, 17,4) para el grupo de leche donada frente a 81,1 (DE, 16,7) para el grupo de fórmula para prematuros (diferencia de medias ajustada, −0,77 [IC del 95 %, −3,93 a 2,39], que fue insignificante); las puntuaciones medias ajustadas de lenguaje y motricidad del BSID tampoco difirieron. La mortalidad (muerte antes del seguimiento) fue del 13 % (29/231) en el grupo de leche de donante frente al 11 % (25/233) en el grupo de fórmula para prematuros (diferencia de riesgo ajustada, −1 % [IC del 95 %, −4 % a 2%]). Se produjo enterocolitis necrotizante en el 4,2% de los lactantes (10/239) en el grupo de leche de donante frente al 9,0% de los lactantes (22/244) en el grupo de fórmula para prematuros (diferencia de riesgo ajustada, -5% [IC del 95%, -9% a −2%]). El aumento de peso fue más lento en el grupo de leche de donante (22,3 g/kg/d [IC del 95 %, 21,3 a 23,3 g/kg/d]) en comparación con el grupo de fórmula para prematuros (24,6 g/kg/d [IC del 95 %, 23,6 a 25,6 g/kg/d]).
No se encontraron diferencias significativas entre ambos tipos de dietas. Entre otras limitaciones del estudio, no se recolectó información acerca del tipo y cantidad de leche que recibieron los participantes antes de la intervención.
Para más información, acceda al artículo original: https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/10.1001/jama.2023.27693
Fuente: JAMA Network
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