Otros - Publicado el 02 de abril de 2020
Covid-19: Declaración conjunta de los Directores Generales de FAO, OMS y OMC
Los países deben garantizar que ninguna medida relacionada con el comercio interrumpa la cadena de suministro de alimentos a la hora de proteger la salud y el bienestar de sus ciudadanos. Esas perturbaciones, que podrían incluir la limitación de la circulación de los trabajadores de la industria agrícola y alimentaria o el aumento de los retrasos en las fronteras para los contenedores con alimentos, podrían dar lugar al deterioro de los productos perecederos y al aumento del desperdicio de alimentos. Las restricciones al comercio de alimentos también podrían estar vinculadas a preocupaciones injustificadas sobre la inocuidad alimentaria. Si se materializa esa hipótesis, se interrumpiría la cadena de suministro de alimentos, con consecuencias especialmente negativas para las poblaciones más vulnerables y que padecen mayor inseguridad alimentaria.
La incertidumbre sobre la disponibilidad de alimentos podría desencadenar una ola de restricciones a la exportación, generando así una escasez en el mercado mundial. Esas reacciones pueden alterar el equilibrio entre la oferta y la demanda de alimentos, dando lugar a picos de precios y a una mayor volatilidad de los mismos. Hemos aprendido de crisis anteriores que esas medidas son muy perjudiciales para los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos, así como para los esfuerzos de las organizaciones humanitarias para adquirir alimentos destinados a quienes los necesitan de manera desesperada.
La cooperación internacional es crucial en momentos como éste. En un contexto de confinamientos provocados por el COVID-19, hay que hacer todo lo posible para asegurar que el comercio fluya tan libremente como sea permisible, sobre todo para evitar la escasez de alimentos. Los consumidores, en especial los más vulnerables, deben seguir accediendo a los alimentos dentro de sus comunidades bajo estrictos requisitos de inocuidad.
Señalaron además que este es el momento de mostrar solidaridad, actuar con responsabilidad y sumarse al objetivo común de incrementar la seguridad y la inocuidad alimentaria y la nutrición y mejorar el bienestar general de la población de todo el mundo. Se deberá garantizar que la respuesta al COVID-19 no cause involuntariamente una escasez injustificada de artículos esenciales y agrave el hambre y la malnutrición.
Fuente: FAO
Para más información: http://www.fao.org/news/story/es/item/1268734/icode/