Nutrición Infantil - Publicado el 30 de junio de 2023
Efecto de la duración de las comidas en las elecciones alimentarias de niños
Las comidas familiares sirven de espacio de aprendizaje y forjan las elecciones y preferencias alimentarias de los niños. Extender los tiempos dedicados a las comidas en familia, podría aumentar la exposición de los niños a alimentos más saludables y potencialmente, su consumo.
La revista JAMA Network Open, ha publicado un ensayo clínico aleatorizado realizado entre noviembre de 2016 y mayo de 2017 en Berlín, que se propuso analizar el efecto de la duración de las comidas familiares en el consumo de frutas y verduras.
Completaron el estudio 50 parejas conformadas por un padre junto a uno de sus hijos de entre 6 y 11 años de edad. Los niños no debían presentar requerimientos dietéticos especiales ni ningún tipo de alergia alimentaria. El adulto participante debía ser el padre encargado de la planificación y elaboración de al menos la mitad de las comidas familiares.
En primer lugar, padres e hijos completaron una preevaluación en casa. Luego, cada díada fue invitada a comer en un laboratorio en dos oportunidades. En la condición de control o regular, cada pareja comió en el tiempo que había reportado hacerlo habitualmente en casa. En la intervención, se les otorgó un 50% de tiempo más que el reportado (en promedio 10 minutos extra). Los participantes recibieron una típica cena alemana que incluía una rebanada de pan, cortes de fiambres y trozos de frutas y vegetales. Además, se les ofreció agua y una bebida azucarada. Los alimentos ofrecidos reflejaban las preferencias de los niños reportadas en la preevaluación. Todos los participantes recibieron alimentos y bebidas pertenecientes a las mismas categorías y en porciones similares y fueron filmados durante cada comida para luego analizar la ingesta y la conducta alimentaria. Al finalizar cada comida se evaluó la saciedad de padres y niños utilizando una escala o imágenes visuales.
Se observó que tanto los niños como los padres comían una cantidad significativamente mayor de frutas y verduras en la comida de mayor duración. También consumieron más agua que bebidas azucaradas en la intervención. No se encontraron diferencias significativas en la ingesta calórica por consumo de pan y fiambres entre ambas condiciones de comida. El ritmo de ingesta (bocados por minuto) fue significativamente menor en la intervención y los niños reportaron mayor saciedad al prolongar el tiempo de comida.
El estudio presenta algunas limitaciones, dado que fue realizado en un laboratorio y los resultados obtenidos no pueden generalizarse. Además, la observación a través de cámaras de video puede haber modificado la conducta de los participantes. La diversidad étnica y socioeconómica de la muestra era limitada y no queda claro si el efecto de la intervención es sostenible en el tiempo.
Los resultados sugieren que extender aproximadamente 10 minutos la duración de las comidas familiares, podría mejorar las elecciones y conductas alimentarias de los niños. Sin embargo, se requieren más estudios. Cabe destacar que incrementar la ingesta de frutas y verduras requiere disponer de este tipo de alimentos en la mesa.
Artículo original: https://jamanetwork.com/journals/jamanetworkopen/fullarticle/2802987
Fuente: Fundación Iberoamericana de Nutrición
Para más información: https://www.finut.org/