El exceso de sal en la dieta diaria se relacionaría con mayor riesgo de muerte prematura

Un estudio habría concluido que, en comparación con las personas que nunca o rara vez añaden sal a sus comidas, los que lo hacen habitualmente presentan un riesgo 28% mayor de morir prematuramente.

En este trabajo se observó además, una menor esperanza de vida entre las personas de este grupo. A los 50 años, la esperanza de vida de las mujeres y los hombres, respectivamente, que siempre añadían sal a sus alimentos se reducía en 1,5 años y 2,28 años, en comparación con los que nunca o rara vez lo hacían.

"Añadir sal a los alimentos en la mesa es un comportamiento alimentario común que está directamente relacionado con la preferencia a largo plazo de un individuo por los alimentos de sabor salado y la ingesta habitual de sal -- señala Lu Qi, de la facultad de Salud Pública y Medicina Tropical de la Universidad de Tulane --. En la dieta occidental, añadir sal en la mesa representa entre el 6 y el 20 % de la ingesta total de sal y proporciona una forma única de evaluar la asociación entre la ingesta habitual de sodio y el riesgo de muerte".

Para llevar a cabo este trabajo, los investigadores analizaron los datos de 501.379 personas que participaron en el estudio UK Biobank. Al ingresar al estudio entre 2006 y 2010, se consultó a los participantes, a través de un cuestionario con pantalla táctil, si adicionaban sal a sus alimentos nunca/rara vez, a veces, habitualmente, siempre, o preferían no contestar.

Los autores del estudio ajustaron sus análisis teniendo en cuenta los factores que podían afectar a los resultados, como la edad, el sexo, la raza, la privación, el índice de masa corporal (IMC), el tabaquismo, el consumo de alcohol, la actividad física, la dieta y las afecciones médicas como la diabetes, el cáncer y las enfermedades cardíacas y vasculares. Se realizó un seguimiento de los participantes durante una media de nueve años. La muerte prematura se definió como el fallecimiento antes de los 75 años.

Además de descubrir que el hábito de añadir sal a los alimentos estaba asociado a un mayor riesgo de muerte prematura por todas las causas y una reducción de la esperanza de vida, los investigadores habrían descubierto que estos riesgos tendían a reducirse ligeramente en las personas que consumían las mayores cantidades de frutas y verduras, aunque estos resultados no fueron estadísticamente significativos.