Obesidad - Publicado el 27 de julio de 2020
El plan del Reino Unido contra la obesidad: limitar la publicidad de la comida basura y dar información nutricional
Limitar los anuncios de comida basura, detallar las calorías de los menús y montar en bicicleta por prescripción médica son algunas de las medidas del plan del Gobierno británico contra el sobrepeso anunciado este lunes después de que un estudio señalara a la obesidad como un factor de riesgo ante la covid-19. El propio primer ministro, Boris Johnson, ha urgido a los ciudadanos a “perder un poco de peso”, y ha empleado su propia lucha contra el sobrepeso como ejemplo para animar a hacer más ejercicio. “Sabemos que la obesidad aumenta el riesgo de enfermedades graves y de muerte por coronavirus, por eso es vital que tomemos medidas para mejorar la salud de nuestra nación y proteger” al sistema nacional de salud, ha declarado este lunes el ministro del ramo, Matt Hanock, en un comunicado.
La campaña que han lanzado las autoridades sanitarias británicas, que se llama Con mejor salud, “instará a las personas a adoptar un estilo de vida más sano y a perder peso si lo necesitan”, ha explicado la institución en un comunicado en el que explica que quieren luchar contra “la bomba de relojería que es la obesidad”. Entre las medidas anunciadas este lunes figuran la prohibición de anunciar en televisión y a través de Internet antes de las 21.00 comida basura, “cuando los niños son más susceptibles de estar expuestos a ella”, así como la obligación de que los restaurantes y las cadenas de comida para llevar con más de 250 empleados informen del número de calorías de sus menús. Los supermercados también tendrán que poner fin a los descuentos en la comida basura y no podrán colocar estos productos “en lugares clave de sus establecimientos, como delante de las cajas registradoras o en la entrada”.
En el Reino Unido, casi dos tercios (63%) de los adultos están por encima de un peso considerado saludable, con un 36% en sobrepeso y un 28% obesos, según datos gubernamentales. Uno de cada tres niños de 10 a 11 años también tiene sobrepeso u obesidad. El Gobierno no ha dado detalles de cómo financiará el plan, pero el diario británico The Guardian calcula el coste de las medidas en 10 millones de libras (11 millones de euros).