Otros - Publicado el 06 de diciembre de 2021
Hambre, inseguridad alimentaria y COVID-19 en América Latina y el Caribe
La principal razón del hambre crónica es la pobreza extrema siendo la principal causa las desigualdades que se expresan en la exclusión social de un país, las cuales se han profundizado aún más debido al COVID-19 que desaceleró la economía mundial.
Este articulo reflexiona sobre la pobreza, hambre e inseguridad alimentaria en el marco de la pandemia del COVID-19 en América Latina.
En Nicaragua cuando hay sequía no hay comida y se tiene que hacer un esfuerzo por parte de los padres pasando hambre para poder alimentar a los niños, afectando no únicamente a los que viven en pobreza extrema, sino también a estratos más amplios y grupo de residentes en determinadas zonas, por lo que ser pobre no es sinónimo de estar en una inseguridad alimentaria. Según estudios realizados la inseguridad alimentaria es mayor en aquellos hogares donde la mamá es la que dirige, ya que el 8.4% de las mujeres se encuentran en situación de inseguridad alimentaria severa (19.2 millones de mujeres).
En cuanto a los determinantes que conducen a la inseguridad alimentaria se encuentra la violencia localizada o crisis política, crisis climática, descenso económico, etc. Ahora bien, ante el elevado costo de las dietas saludables, la población vulnerable tiende a reducir la calidad de sus dietas y ahora por el COVID-19 se han vuelto aún más inaccesibles.
“La educación nutricional no resolverá el problema de las dietas inadecuadas” En efecto, una sola acción no resolverá el problema, pues es necesario implementar varias acciones, empezando por redefinir los conceptos y estrategias con visión integradora u holística.
Para ver las recomendaciones y las tablas de comparación ir a la nota original.
Fuente: Alimentación para la Salud
Para más información: https://alimentacionysalud.unam.mx/hambre-inseguridad_alimentaria_y_covid19/