Otros - Publicado el 13 de noviembre de 2020
La inflamación crónica en la etiología de las enfermedades
Uno de los descubrimientos médicos más importantes de las dos últimas décadas ha sido que el sistema inmunológico y los procesos inflamatorios están involucrados no solo en unos pocos trastornos específicos sino también en una amplia variedad de problemas de salud física y mental que dominan la morbilidad y la mortalidad actuales, en todo el mundo.
En efecto, las enfermedades inflamatorias crónicas han sido reconocidas como la causa más importante de muerte en el mundo actual: Más del 50% de todas las muertes son atribuibles a enfermedades relacionadas con la inflamación, como la cardiopatía isquémica, el accidente cerebrovascular, el cáncer, la diabetes mellitus, la enfermedad renal crónica, la hepatopatía grasa no alcohólico y las afecciones autoinmunes y neurodegenerativas.
Cada vez hay más evidencia de que el riesgo de desarrollar inflamación crónica se puede rastrear hasta muy temprano en la vida, y ahora se sabe que sus efectos persisten toda la vida y afectan la salud en la edad adulta y el riesgo de mortalidad.
La inflamación es un proceso conservado evolutivamente, caracterizado por la activación de células inmunológicas y no inmunológicas que protegen al huésped de las bacterias, virus, toxinas e infecciones, al eliminar los patógenos y promover la reparación y recuperación de los tejidos.
Dependiendo del grado y la extensión de la respuesta inflamatoria, ya sea sistémica o local, metabólica y neuroendocrina, pueden ocurrir cambios para conservar la energía metabólica y asignar más nutrientes al sistema inmunológico activado.
Por tanto, los efectos bioconductuales específicos de la inflamación incluyen una constelación de conductas de ahorro de energía conocidas comúnmente como "conductas de enfermedad" tristeza, anhedonia, fatiga, disminución de la libido y de la ingesta de alimentos, alteraciones del sueño y abstinencia social-conductual, así como hipertensión arterial, resistencia a la insulina y dislipidemia.
Los cambios pueden ser críticos para la supervivencia en los momentos de lesiones físicas y amenaza microbiana.
La respuesta inflamatoria normal se caracteriza por la regulación al alza de la actividad inflamatoria, temporalmente restringida, que se produce en presencia de una amenaza, lo que se resuelve cuando la amenaza ha desaparecido.
Sin embargo, la presencia de ciertos factores sociales, psicológicos, ambientales y biológicos ha sido relacionada con la afectación de la resolución de la inflamación aguda y, a su vez, con la promoción de un estado de inflamación crónica no infecciosa de bajo grado, ("estéril"), que se caracteriza por la activación de los componentes inmunológicos que suelen ser distintos de los que participan durante una respuesta inmune aguda.
La inflamación crónica sistémica (ICS) también puede deteriorar la función inmunológica normal, lo que aumenta la susceptibilidad a las infecciones y tumores y una respuesta deficiente a las vacunas. Por otra parte, la ICS durante el embarazo y la infancia pueden tener consecuencias graves para el desarrollo, que incluyen el aumento del riesgo de enfermedades no transmisibles a lo largo de la vida.
Fuente: Intramed
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