La Sanidad Pública británica pone en marcha un gran ensayo de la vacuna contra el colesterol

El Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés), ha anunciado que pondrá, este año a disposición de los pacientes, una vacuna que reduce el colesterol "malo". Una iniciativa que se enmarca dentro de un ensayo clínico a gran escala tras cerrar un acuerdo con el laboratorio fabricante de la vacuna.

El secretario de Salud, Matt Hancock, ha destacado que esta iniciativa podría salvar la vida de 30.000 vidas a lo largo de los próximos 10 años.

Los malos hábitos alimenticios y una vida cada vez más sedentaria han convertido en la actualidad, al colesterol, en uno de los grandes males. Cuando sus niveles en sangre superan los recomendados, se duplica el riesgo de sufrir un infarto de miocardio.

Es por esto que el nuevo medicamento se ha desarrollado para que sea capaz de “silenciar” el denominado gen PCSK9. A través de este mecanismo se permite que el hígado absorba una mayor cantidad del colesterol “malo” presente en la sangre y lo descomponga.

Los resultados del medicamento fueron presentados el pasado año ante la Sociedad Europea de Cardiología y revelaron que es capaz de reducir los niveles de LDL en un 50% en pocas semanas. El ensayo ha estado dirigido por el profesor Kausik Ray, del Imperial College London.

Las conclusiones del ensayo ponen de manifiesto que el resultado del Inclisiran es similar a una dosis elevada pero segura de estatina. Se espera que el tratamiento pueda administrarse mediante una inyección cada seis meses y podría combinarse con el uso de las estatinas. Especialistas creen que, con el tiempo, estas inyecciones podrían convertirse en la alternativa a las estatinas para los ocho millones de adultos británicos que las toman a diario.

Las enfermedades cardiacas son la segunda causa de muerte en el Reino Unido. Un país en el que seis de cada diez adultos tienen niveles de colesterol altos.

El NHS invitará a participar en este gran ensayo a aquellos pacientes que no hayan padecido un derrame cerebral o un ataque cardíaco  pero que se encuentren dentro del grupo de riesgo para padecer uno. Este requisito se cumple en el Reino Unido, actualmente, por aproximadamente 40.000 personas, según los datos suministraos por las autoridades sanitarias.