Diabetes - Publicado el 21 de diciembre de 2020
Relación del microbioma intestinal con la obesidad y la diabetes tipo 2
Se podría decir que el microbioma intestinal (MI) en los seres humanos es un órgano con funciones críticas para el metabolismo, la digestión, el mantenimiento de la función de barrera intestinal y la inmunomodulación. También se ha relacionado con muchas enfermedades que clásicamente no están asociadas con microbios, como las enfermedades metabólicas, la artritis reumatoidea y los trastornos psiquiátricos.
Aunque la mayoría de las publicaciones hablan de las enfermedades humanas asociadas ninguna ha proporcionado mucha información sobre el mecanismo de acción.
El MI se ha convertido en un órgano diana, cuya alteración puede, potencialmente, intervenir en el desarrollo de la enfermedad. Esto es muy importante si se tiene en cuenta la creciente prevalencia mundial que tiene la DBT2.
En el 10-30% de los caos, la enfermedad está relacionada con variantes genéticas, pero, en la gran mayoría de los casos, la DBT2 es impulsada y precedida por el síndrome metabólico, relacionado con el estilo de vida.
Como la obesidad también es prevalente fuera de este síndrome, no es raro el mismo no sea diagnosticado. Se calcula este síndrome es 3 veces más frecuente que la DBT2, por lo que las personas que están en riesgo de desarrollar DBT2 son más numerosas. A esto se agrega que, en los seres humanos, el MI ha sido muy relacionado con el síndrome metabólico y la DBT2.
Se destaca que los estudios con ratones y de intervención humana, en los que se modifica la composición del MI, indican un papel causal del MI en el desarrollo de DBT2. Se enfatiza el hecho de que la gran mayoría de los estudios sobre el papel del MI en el desarrollo de la DBT2 se centran principalmente en las bacterias, a pesar de que el MI es una comunidad espectacularmente compleja de microorganismos (bacterias, hongos, protozoos y virus).
Por lo general, se considera que esta comunidad está confinada al intestino, pero el MI ejerce acciones metabólicas en la mayoría de los tejidos y órganos distales del cuerpo humano. Estas acciones están mediadas por la interacción local del MI o los metabolitos microbianos sobre las células inmunes, enteroendocrinas o del sistema nervioso central. Por otra parte, la penetrancia de los metabolitos microbianos en los sitios corporales ha sido implicada en la desregulación de las vías metabólicas de los tejidos.
Fuente: Intramed
Para más información: https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoid=97110&pagina=1