Nutrición Infantil - Publicado el 28 de julio de 2022

Relacionan la hipertensión arterial en niños y adolescentes con un estilo de vida poco saludable

Relacionan la hipertensión arterial en niños y adolescentes con un estilo de vida poco saludable

Según un documento de consenso elaborado por expertos, la inactividad física, una alimentación con alto contenido en azúcar y sal y el exceso de peso serían responsables de nueve de cada diez casos de hipertensión arterial en niños y adolescentes. 

"Los padres son importantes agentes de cambio en la promoción de los comportamientos saludables de los niños", señala el profesor Giovanni de Simone, uno de los autores del documento publicado en la revista de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC). "Muy a menudo, la hipertensión arterial y/o la obesidad coexisten en la misma familia. Pero incluso cuando este no es el caso, es conveniente que las modificaciones del estilo de vida impliquen a todos los miembros de la familia".

Los niños y adolescentes deberían realizar como mínimo una hora diaria de actividad física moderada o vigorosa, como correr, andar en bicicleta o nadar, y no dedicar más de dos horas diarias a actividades sedentarias. "Los padres deben controlar la cantidad de tiempo que sus hijos pasan viendo la televisión o utilizando los teléfonos inteligentes y sugerirles alternativas activas", comenta De Simone.

Entre las recomendaciones dietéticas para el tratamiento de la hipertensión se incluye aumentar el consumo de verduras frescas, frutas y otros alimentos ricos en fibra y por otra parte, limitar el consumo de sal y bebidas azucaradas y grasas saturadas.

El autor sugiere además que "deben establecerse objetivos realistas sobre el peso, la dieta y la actividad física que se centren en los aspectos que más necesitan mejorar.”

La publicación señala a la obesidad y la hipertensión infantiles como "hermanos insidiosos" que conllevan a un grave peligro para la salud.  Se estima que menos del 2% de los niños con peso normal son hipertensos, frente al 5% de los niños con sobrepeso y el 15% de los obesos. 

"El cribado debe realizarse en el ámbito de la atención primaria al menos una vez al año, independientemente de los síntomas", sugiere de Simeone. "Esto se debe a que la hipertensión en los niños, al igual que en los adultos, suele ser asintomática".

En una primera etapa, el tratamiento de la hipertensión infantil debe centrarse en la educación y el cambio de comportamiento. De no alcanzarse la normalización de la presión arterial, se iniciará el tratamiento farmacológico.

Los autores piden que los organismos de salud pública den prioridad a la prevención y el tratamiento de la hipertensión en niños y adolescentes. 

Abstract: https://academic.oup.com/eurheartj/advance-article-abstract/doi/10.1093/eurheartj/ehac328/6633855?redirectedFrom=fulltext