Alimentos y Nutrientes - Publicado el 18 de septiembre de 2024

Restricciones alimentarias extremas y esperanza de vida

 Restricciones alimentarias extremas y esperanza de vida

Un estudio llevado adelante en la Universidad Nagoya de Japón, halló que una dieta baja en hidratos de carbono en hombres y alta en carbohidratos en mujeres, se asociaron con menor riesgo de mortalidad general y por cáncer y que las mujeres con elevada ingesta de grasa, podrían presentar menor riesgo de mortalidad general.

Las dietas bajas en grasas y carbohidratos han ganado popularidad como formas de lograr un descenso de peso y mejorar el control glucémico. Estudios recientes realizados en países occidentales sugirieron que conductas de restricción extremas sobre la ingesta de carbohidratos y grasas, se asocian con mayor riesgo de mortalidad. Sin embargo, pocos estudios sobre esta temática han sido realizados en países asiáticos.

Los investigadores realizaron encuestas alimentarias por un período de 9 años a 81.333 individuos japoneses, para evaluar la asociación entre la ingesta de grasas y carbohidratos y el riesgo de mortalidad. Se estimó la ingesta diaria de hidratos, grasas y energía a través de un cuestionario de frecuencia de consumo. La calidad de los hidratos y grasas ingeridos se analizó para evaluar su impacto y asociación en la mortalidad.

Se halló que los hombres que consumían menos de 40% de su requerimiento energético a través de hidratos, presentaban riesgo significativamente elevado de mortalidad general y por cáncer. Esta tendencia se observó a pesar de la calidad de los hidratos (refinados o mínimamente procesados). Por otro lado, entre las mujeres con 5 o más años de seguimiento, aquellas con elevada ingesta de hidratos de carbono o más del 65% de su requerimiento, presentaron un riesgo mayor de mortalidad general. En este caso, no se observó una asociación clara entre la calidad de los hidratos y el riesgo de mortalidad.

Con respecto a las grasas, los hombres que consumían más dele 35% de su requerimiento a partir de grasas, presentaron mayor riesgo de mortalidad por cáncer. Además, se observó que una baja ingesta de grasas insaturadas, se asoció con mayor riesgo de mortalidad general y  por cáncer. Por el contrario, la ingesta total de grasa y de grasa saturada en mujeres, mostró una asociación inversa con la mortalidad general y por cáncer. Se concluyó que este hallazgo no apoya la idea de que un elevado consumo de grasas vaya en detrimento de la longevidad en mujeres.

El hallazgo de que la ingesta de grasa saturada se haya asociado inversamente con el riesgo de mortalidad únicamente en mujeres, podría explicarse parcialmente por diferencias en las asociaciones entre sexos. Alternativamente, otros componentes distintos de las grasas en la fuente alimentaria podría ser responsable de la asociación inversa observada en mujeres.

El estudio sugiere que las restricciones extremas de hidratos de carbono y de grasas, tales como en las dietas low-carb o low-fat, podrían no ser la alternativa más saludable para promover la longevidad, dado que sus beneficios a corto plazo, podrían ser opacados por sus riesgos a largo plazo.

En general, se observó una asociación desfavorable con la mortalidad para la baja ingesta de hidratos en hombres y la elevada ingesta de hidratos en mujeres, mientras que la elevada ingesta de grasas podría asociarse con menor riesgo de mortalidad en mujeres.

 

Para más información, acceda al artículo original: https://www.sciencedaily.com/releases/2023/08/230830131911.htm

Fuente: Science Daily

Para más información: https://www.sciencedaily.com/