América Latina no se ha liberado de las grasas trans

Según el “Reporte sombra de las políticas públicas de las grasas trans de producción industrial”, los países que han adaptado las mejores prácticas de regulación para limitar a menos del 2% la presencia de grasas trans de producción industrial son Chile, Perú y Brasil. 

Los ácidos grasos trans de producción industrial son compuestos artificiales, producto de la hidrogenación permitiendo que los alimentos se conserven durante mucho tiempo causando accidentes cardiovasculares y aumento del colesterol malo. La OMS atribuye 500 mil muertes al año por enfermedades cardiovasculares debido a la ingesta de estos compuestos. La región ha tenido avances significativos, pero aún prevalecen condiciones que impiden que estas regulaciones se aprueben y apliquen rápidamente. 

La falta de estas regulaciones permite que los consumidores accedan a una gran cantidad de alimentos que contienen este tipo de grasas, lo que no queda muy claro es si ya existe la reformulación, ¿por qué no la hacen en todos los países? 

Se concluye que la reducción de grasas trans es una política pública viable de bajo costo y es necesario que se vigile el contenido de grasas en los alimentos además de poner advertencias publicitarias en productos y medios de comunicación.