Actividad Física y Deporte - Publicado el 01 de noviembre de 2024
Ejercicio y modulación de la ghrelina
Un grupo de científicos estudió a 14 adultos, 8 hombres (media de edad de 43,1 años; IMC 22,2kg/m2) y 6 mujeres (media de edad de 32,2 años; IMC 22,7kg/m2) que ayunaron por la noche y luego realizaron ejercicios de distinta intensidad.
Para determinar la intensidad del ejercicio, los participantes realizaron una prueba de umbral de lactato (LT) y consumo máximo de oxígeno (VO2 pico) en un cicloergómetro con graduación máxima.
Se realizaron tres series de ejercicios con gasto calórico equiparado: control (sin ejercicio), de intensidad moderada (potencia de salida a LT) y alta intensidad (potencia de salida asociada al 75% de la diferencia entre LT y Vo2 pico).
Se tomaron medidas de los niveles de ghrelina, ghrelina acetilada y no acetilada y lactato en el inicio y en varios intervalos post-ejercicio. Se analizaron puntuaciones del apetito mediante una escala visual al inicio del estudio y cada 30 minutos a partir de entonces.
Los niveles de ghrelina totales fueron significativamente menores durante el ejercicio de alta intensidad, en comparación con el ejercicio de moderada intensidad y sin ejercicio (p<0,0001).
Las valoraciones del apetito fueron más elevadas en el grupo de moderada intensidad de ejercicio que en el grupo sin ejercicio (p<0,01), sin diferencias entre los grupos de alta intensidad y moderada intensidad o sin ejercicio.
Los niveles de lactato fueron significativamente más elevados durante el ejercicio de alta intensidad que durante el de moderada intensidad o sin ejercicio (p< 0,0001 para ambos).
Tanto hombres como mujeres presentaron niveles significativamente menores de ghrelina no acetilada durante el ejercicio de alta intensidad en comparación con el grupo de moderada intensidad (p<0,0001) y sin ejercicio (p=0,002), mientras que solo las mujeres tuvieron niveles significativamente más bajos de ghrelina acetilada durante el ejercicio de alta intensidad (p<0,0001)
Los resultados del estudio sugieren que el ejercicio de alta intensidad podría ser un supresor del apetito, aportando una estrategia útil para el descenso de peso corporal.
Para más información, acceda al artículo original: https://academic.oup.com/jes/article/8/11/bvae165/7828055?searchresult=1&login=false
Fuente: Medscape
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