Impacto ambiental del consumo de carne y productos ultraprocesados

Un estudio realizado en Brasil evaluó el impacto ambiental independiente y combinado, del consumo de carne vacuna y alimentos ultraprocesados, cuantificado como huella de carbono e hídrica.

Se trata de un estudio transversal, con datos provenientes del análisis de una encuesta nacional de hogares realizada entre julio de 2017 y julio de 2018 (Pesquisa de Orçamentos Familiares).

Todos los alimentos y bebidas fueron categorizados según la clasificación NOVA. Las variables independientes utilizadas en el estudio fueron el porcentaje del aporte energético total procedente de todos los alimentos ultraprocesados (independientemente de su origen animal o vegetal) y el porcentaje de la ingesta total de energía de todos los alimentos de carne vacuna (independientemente de su clasificación Nova).

El estudio consideró dos indicadores de impacto ambiental, la huella de carbono y la huella hídrica. El impacto ambiental de los alimentos comprados fue estimado utilizando la base de datos de alimentos brasileños, que da cuenta de la huella de carbono e hídrica de los alimentos brasileños por masa o volumen. Se calculó la huella media diaria de carbono e hídrica prevista cada 1000kcal, si todas las compras de alimentos fueran idénticas a aquellas encontradas en el primer quintil de la contribución de alimentos ultraprocesados (primer escenario), indénticas a las encontradas en el primer quintil de carne vacuna (segundo escenario) o idénticas a las encontradas en el primer quintil de alimentos ultraprocesados y el primer quintil de la contribución de carne vacuna (tercer escenario).

Tanto la carne vacuna como los alimentos ultraprocesados presentaron una asociación lineal significativa con las huellas de carbono e hídrica (P < 0,01). En el quintil superior de compras de carne de res, las huellas de carbono y de agua fueron un 47,7 % y un 30,8 % superiores respectivamente, en comparación con el quintil inferior. El quintil superior de las compras de alimentos ultraprocesados mostró huellas de carbono y agua un 14,4 % y 22,8 % superiores respectivamente, a las del quintil inferior. La mayor reducción de las huellas medioambientales se produciría reduciendo la compra de carne vacuna y de alimentos ultraprocesados en forma combinada, lo que se traduciría en una disminución del 21,1 % de la huella de carbono y del 20 % de la huella hídrica.

El elevado consumo de carne y alimentos ultraprocesados es perjudicial tanto para la salud humana como para el medio ambiente, por lo que una reducción en su consumo, resultaría beneficiosa para ambos.