- Publicado el 31 de marzo de 2025

Imponer impuestos al azúcar y la sal en los alimentos para mejorar la salud.

Imponer impuestos al azúcar y la sal en los alimentos para mejorar la salud.

El programa Transforming UK Food Systems (TUKFS) publicó un informe titulado Regulatory Tools for a Healthy and Sustainable Diet, en el que propone extender el impuesto al azúcar más allá de las bebidas azucaradas para incluir todos los alimentos procesados. Argumenta que el gravamen actual ha logrado reducir un 44% el contenido de azúcar en refrescos y que medidas similares podrían ser clave para mejorar la salud pública. También sugiere implementar un impuesto a la sal y otras regulaciones para transformar el sistema alimentario y reducir el impacto ambiental.

El informe se basa en el análisis del impacto del impuesto a las bebidas azucaradas en el Reino Unido, examinando cómo esta regulación ha incentivado a la industria a reformular productos para reducir el contenido de azúcar. También revisa estudios previos sobre políticas regulatorias en el sector alimentario y su impacto en la salud pública y el medio ambiente. Se evaluaron medidas voluntarias como el etiquetado de alimentos y la autorregulación de la industria, concluyendo que han sido insuficientes para generar cambios significativos. Además, se consultaron expertos en salud pública, economía y sostenibilidad para desarrollar un conjunto de recomendaciones que equilibran el bienestar social y el crecimiento económico.

El informe concluye que extender el impuesto al azúcar a todos los alimentos procesados podría reducir significativamente el consumo de productos con alto contenido de azúcar, beneficiando la salud de la población. También destaca la necesidad de un impuesto a la sal, debido a su relación con enfermedades cardiovasculares. Otras recomendaciones incluyen la reducción del consumo de carne roja y procesada para mejorar la sostenibilidad ambiental, la obligatoriedad del etiquetado nutricional frontal y la implementación de metas de reducción de emisiones en la agricultura.

El estudio enfatiza que las estrategias voluntarias han fracasado en mejorar la salud pública y que es urgente implementar regulaciones más estrictas. Además de los beneficios en la salud, estas medidas podrían fortalecer la economía a largo plazo al reducir los costos asociados a enfermedades relacionadas con la alimentación. El informe llama al gobierno británico a considerar estas políticas dentro de su estrategia alimentaria y su plan agrícola de 25 años, que se espera sea presentado este año.

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